Mecánica – Sellante – Radiador
Sellante de fugas en radiador: ¿Vale la pena?
Los motores y las potenciales fugas de líquido
La fugas de refrigerante en los motores enfriados por líquido, son algo típico: Desde pequeños goteos que se van haciendo evidentes con observar las manchas blancas que el refrigerante, va dejando al derramarse en ciertas partes del motor, hasta reales roturas, en donde el refrigerante sale al exterior asemejándose a un yacimiento petrolífero. No siempre es necesario ante una fuga, desarmar todo el sistema. El problema puede corregirse “in situ” mediante la correcta aplicación de algún sellante para radiadores, solucionando provisionalmente la falla, para poder continuar el camino. A continuación una experiencia personal.
Debo admitir que mi vida ha estado rodeada de fugas de refrigerante a través de los años y he tenido las mejores, pero también las más horribles experiencias; experimenté fugas por el radiador de agua en mi VW Golf MK3 GL, fugas por la bomba de agua auxiliar de mi Mercedes 300 camino a un velorio, vi cómo salía vapor del motor de mi Renault 18 GTX, tras la rotura del vaso de expansión, en una carretera secundaria lejos de todo, en otro caso, observé como mi BMW 320 expulsaba refrigerante tal cual el ejemplo del pozo petrolífero, e incluso, estas fugas me han acompañado hasta en mi moto BMW GS…
Es muy posible que desprevenidamente, usted suponga que estas fallas, habrían podido ser evitadas, mediante un correcto mantenimiento preventivo. Par ser muy honesto, y sincero, es posible que sí, después de todo, el correcto mantenimiento preventivo, permite minimizar las probabilidades de fallo, pero una cosa es la teoría, y otra muy diferente la práctica y además, para mi beneficio, la suerte juega un papel fundamental en el caso de ciertas averías inexplicables…
En mis épocas de estudiante, conviví durante mucho tiempo –era como por lo general, se es, cuando sómos aspirantes a profesionales: “pobres pero con muchas ilusiones”, con una fuga de líquido en el radiador de mi VW Golf Mk1. Estaba advertido que debía no agregar refrigerante, pero no me gustaba mucho la idea de agregar solo agua, de modo que agregué un poco de Peak, y esa misma noche, mi radiador se había convertido en un colador… -Ni modos, pensé. Ya era demasiado tarde…
Me acostumbré entonces, a revisar siempre el nivel, y añadía agua antes de cada viaje. Así conviví, podría decir, por muchos años, pero no tenía otra alternativa, hasta terminar los estudios y conseguir un trabajo que me permitiera reconstruir el sistema de refrigeración del VW Golf.
De este modo, siempre fui reticente a añadir algún producto para sellar las fugas. Diría incluso que, los arreglos a los radiadores, tampoco me parecían una solución práctica, de modo que continúe por años añadiendo agua a mi radiador cada mañana. Finalmente, la vida va pasando, muchas cosas nos cambian la perspectiva y supongo, la edad adulta hace que dejemos de lado ciertos radicalismos de la juventud, y vamos concluyendo que en la vida también hay tonos grises…
Muchos años después, cuando ya mi barba era de color blanca, tenía un trabajo y podía pagar un arreglo, realicé una restauración profunda a mi BMW 320 de 1981 y durante el proceso, se hice una evaluación de aquellas cosas que podrían quedarse en el auto, y aquellas otras que deberían ser sustituidas. El sistema de refrigeración, precisó una detallada revisión, que incluyó sustitución de mangueras, y dados los altísimos costos, hice un reacondicionamiento del radiador, el cual, una vez testeado en el banco de pruebas, procedí a instalar, y durante este proceso de revisión, la bomba de agua parecía estar bien. Procedímos entonces a terminar el proceso de armado del motor y seguimos revisando otros temas…
Pero como decía al principio, las fugas son cuestión de tiempo, y justo en la puerta de entrada a la revisión obligatoria, anual tecnomecánica, el BMW 320 desarrolló una fuga de refrigerante desde el empaque de la bomba de agua. Literalmente, en la puerta de entrada del establecimiento, el refrigerante se escapaba por la parte delantera del motor…
No podía creerlo. Inicialmente pensé que podría resolverse solo cambiando el empaque, pero en el fondo sabía que esta bomba llevaba muchos años ahí puesta y además, había sufrido el ostracísmo de casi 5 años que había padecido mi BMW…
Dadas las circunstancias en las que me encontraba, una fuga alrededor de empaquetadura de la bomba de agua, significaría la necesidad de desarmar el sistema y no terminaría el trabajo justo a tiempo, para volver ese mismo día a tomar el turno de la revisión tecnomecánica; sólo había una solución: Comprar uno de aquellos sellantes, y darle una oportunidad.
No tenía nada que perder ciertamente. De todos modos, sería necesario desmontar el sistéma y cambiar la bomba de agua. Esa bomba yo la habóa cambiado muchísimos años atrás, de modo que sí o sí, era necesario comprar una nueva, pero ahora mismo se trataba sólo de pasar el test y de paso, probar estos productos tan de moda por estos días.
De la mano de Guillermo García, querido amigo y consejero especialista, en su taller, “Easy Classic Cars”, llegó un pequeño frásco cilíndrico, que en el interior parecía tener los restos de un calado picado. Lo juro. Yo lo miraba con expresión incrédula. Él simplemente vació el contenido de aquel cilindro en el vaso de expansión del BMW y me pidió que acelerara el motor a 1.500 Rpm alrededor de unos 10 minutos con la calefacción encendida. Al cabo de este tiempo, la fuga de refrigerante desapareció, limpié la zona adyacente a la culata y el bloque, que había resultado manchadas con la fuga, volví al establecimiento a realizar la revisión, y a las dos horas, iba rumbo a mi casa con el certificado aprobado. Utilicé al automóvil alrededor de un mes sin ninguna fuga, compré la bomba nueva de agua KS, y procedí a sus instalacion, día antes de un viaje que tenía que realizar a las montañas.
Desde luego, mi percepción sobre estos productos cambió radicalmente y comencé a pensar que sería una buena idea comprar uno de estos productos y tenerlo como parte del “Kit de Supervivivencia” que todo fanático de los autos y motos clásicas debe portar…
Al año siguiente de esto, un día cualquiera, en una revisión de rutina, noté que el radiador del BMW 320 tenía una pequeña mancha blanca entre la unión del tanque superior, con el panal central; en estos casos pienso que, lo primero, es revisar muy detenidamente la zona antes de realizar cualquier acción. La gran ventaja de usar refrigerante en lugar de agua, es que cualquier filtración y potencial fuga, se hace evidente puesto que a su paso, el refrigerante va dejando marcas blancas, las mismas que veía en la parte inferior, en todo el centro del tanque superior de mi radiador…
Lo primero que hice fue soltar el punto de anclaje del radiador al chasis, e intentar con un paño, y líquido para limpiar vidrios, limpiar muy bien toda la zona. Esto con la idea de verificar por dónde es la fuga, y qué tan frecuente es. Una vez esto, revisé el nivel en el vaso, tuve que añadir un muy pequeño chorro (esto significa que la fuga es reciente, puesto que no se había hecho evidente el faltante de líquido en el vaso) y acto seguido, procedí el día siguiente a salir aprovechando un recorrido de rutina que hago cada mañana. Al llegar a casa, noté que la mancha blanca estaba ahí otra vez, es decir, había una fuga, muy leve pero el olor del radiador caliente y la mancha indicaban que el refrigerante podría estarse perdiendo casi en forma de vapor…
Según esto, volví al dilema de siempre: Desarmar todo el sistema, perder otra vez el refrigerante, que mucho bien le ha hecho a mi motor M20 era una pena, además del tiempo y el costo de otra reparación a un sistema que, salvo esta falla, funciona divinamente.
Decidí darle otra oportunidad a uno de estos productos, el que había comprado después de la falla de la bomba de agua.
No acostumbro hacer publicidad a los productos que uso, pero supongo que, si se obtienen buenos resultados, es buena idea compartirlos para evitar las pruebas “ensayo-error” que muchos dolores de cabeza traen.
En esta oportunidad, compré un sellador de fugas de Liqui Moly. Según el gráfico de la botella, es un producto que está pensado para sellar pequeñas, y no tan pequeñas fugas en el radiador. Con el nombre, “Kühler Dichter” me sorprendió el pequeño tamaño de la botella que al interior contiene un espeso líquido de color blanco inoloro.
El proceso para aplicar el producto, como yo lo hice es muy simple: Había usado el BMW 320 en la mañana. Eran ahora las 3pm, de modo que, el motor estaba frío pero no como en la mañana, luego de más de un día de reposo, en donde se presume, el termostato está completamente cerrado. Durante este lapso, de la mañana a la tarde, estuvo en el garaje cerrado con calefacción y al abrir el vaso de expansión, todavía se sentía tibio el refrigerante.
Vacié el contenido blanco del producto en el vaso, cerré el sistema y puse en marcha el motor, asegurándome de tener la calefacción encendida en su máxima velocidad. Salí entonces del garaje a realizar un recorrido.
Durante este tiempo, conduje muy suavemente, como cuando se hace en modo económico, a nos más de 2.500 rpm procurando que el motor alcanzara la temperatura de forma progresiva. El recorrido duró unos 25 minutos, y al llegar a casa, la leve fuga en el radiador había desaparecido. La mañana siguiente, hice otro recorrido más largo, en hora pico y exigiendo más al motor (haciendo ciertos cambios entre 3.000 y 5.000 rpm) y al cabo de varios días, ya no había rastro de la fuga. El nivel del refrigerante se mantiene constante desde entonces, e incluso la mancha blanca desapareció, que al comienzo, fue la única pista de la presencia de una fuga en ese punto.
¿Vale la pena usar estos productos?
Definitivamente. Existe la tendencia, a abusar de las capacidades de los sellantes, suponiendo que la reparación es permanente; sin embargo, no debe olvidarse que esta es solo provisional. De todos modos, con estar observando acuciosamente la falla puede bastar por un determinado tiempo, puesto que el sellante es de muy buena calidad, pero al final, será necesario volver a reparar el radiador, o en el mejor de los escenarios, sustituirlo.
No hay nada que perder al intentarlo, y definitivamente, llevar uno de estos productos en el “Kit de Supervivencia” es necesario; estas fallas aparecen cuando menos se espera, y es muy frustrante, que el paseo o la salida termine antes de empezar, como he visto casos, sabiendo que pueden corregirse temporalmente, invirtiendo $23.000 pesos colombianos, que fue el irrisorio precio que pagué por este producto.
Elegí este producto, primero porque la relación costo-beneficio es muy favorable. Además de esto, he tenido siempre una buena experiencia con los productos de Liqui Moly quedando una vez más, sorprendido con el resultado de lo que podría describirse como “La pequeña botella” que reza “Made in Germany”, en la parte inferior, probablemente, dándole a entender al consumidor que esto significa un símbolo de orgullo, a la vez que a través de estos 60 años ha constituido un argumento comercial innegable.
Mi BMW 320 por su lado, de momento ha quedado bien y he podido seguirlo disfrutando como tanto me gusta hacerlo, concluyendo que definitivamente, aquel refrán que se comenta por entre los pasillos de los fanáticos de los autos alemanes, es probablemente cierto:
Julián Franco Ocampo
Junio 3 de 2021